El sello Nimboestatic fue fundado por Ejival en 1997 con el propósito de dar a conocer parte de la música independiente que se producía en Baja California, México. A través de este sello, se publicaron algunas de las propuestas más refinadas de música alternativa y pop de esa época en México, en contraste con las tendencias de rock pesado, ska y hip hop que dominaban la cultura pop, impulsadas por la mentalidad centralista de las grandes disqueras en la Ciudad de México.


El encuentro con el diseñador gráfico Rubén Tamayo (también guitarrista de Aural, de Mexicali, y luego FAX) y Fernando Corona (tecladista de Sonios, de Ensenada, y más tarde Murcof), dos de los grupos publicados por Nimboestatic, dio lugar a una amistad y colaboración que culminó en la creación del sello de música electrónica Static Discos en 2002.
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